Las redes sociales han cambiado la forma de comunicarnos, las utilizamos a diario generalmente sin considerar los riesgos que nuestra actividad trae implícita, sin saber cuanta información personal subimos y es almacenada por estas plataformas.
Las relaciones entre la vida pública y la privada están cada día más mezcladas, la frontera entre estos dos mundos es cada vez más una responsabilidad individual, depende de nuestras creencias, nuestra forma de ver la vida digital, nuestros prejuicios, y por lo tanto variará de persona a persona. Dónde ponemos ese corte, esa frontera, dónde está la línea que divide lo público de lo privado es un asunto de cada individuo, una línea que debemos trazar cada uno de nosotros en nuestra existencia en la red.
El Yo Digital es una parte de nuestra identidad, a la que no debemos dejar de atender.
Hace poco comentaba lo acontecido al Sub-Jefe de Policía del departamento de Soriano quién perdió su cargo mientras es investigado, todo a raíz de una actualización en su perfil en Facebook.
Durante los juegos de Londres se dieron varios casos con resultados distintos.
El futbolista Michel Morganella, integrante de la selección suiza fue expulsado de los Juegos Olímpicos de Londres por manifestar una conducta racista por la red social Twitter después de perder 2-1 el partido de su equipo contra Corea del Sur.
Más benigna fue la reacción contra Hope Solo, una estrella de fútbol estadounidense, quien utilizó su Twitter para criticar a la ex jugadora y ahora analista Brandi Chastain, diciendo a NBC que empleara a una comentarista de fútbol que “conociera más sobre el juego”.
La realidad que debemos entender es que El Yo Digital se a vuelto una parte de nuestra identidad, una parte complementaria de nuestras vidas que cada vez cobra mayor importancia, nos relaciona con nuestro círculo de amistad, nos referencia con nuestros pares y refleja nuestra existencia enla red.
SOBREEXPOSICION PERSONAL EN LA RED - e-Book (Descarga gratuita)
Las relaciones entre la vida pública y la privada están cada día más mezcladas, la frontera entre estos dos mundos es cada vez más una responsabilidad individual, depende de nuestras creencias, nuestra forma de ver la vida digital, nuestros prejuicios, y por lo tanto variará de persona a persona. Dónde ponemos ese corte, esa frontera, dónde está la línea que divide lo público de lo privado es un asunto de cada individuo, una línea que debemos trazar cada uno de nosotros en nuestra existencia en la red.
El Yo Digital es una parte de nuestra identidad, a la que no debemos dejar de atender.
Hace poco comentaba lo acontecido al Sub-Jefe de Policía del departamento de Soriano quién perdió su cargo mientras es investigado, todo a raíz de una actualización en su perfil en Facebook.
Durante los juegos de Londres se dieron varios casos con resultados distintos.
El futbolista Michel Morganella, integrante de la selección suiza fue expulsado de los Juegos Olímpicos de Londres por manifestar una conducta racista por la red social Twitter después de perder 2-1 el partido de su equipo contra Corea del Sur.
Más benigna fue la reacción contra Hope Solo, una estrella de fútbol estadounidense, quien utilizó su Twitter para criticar a la ex jugadora y ahora analista Brandi Chastain, diciendo a NBC que empleara a una comentarista de fútbol que “conociera más sobre el juego”.

La realidad que debemos entender es que El Yo Digital se a vuelto una parte de nuestra identidad, una parte complementaria de nuestras vidas que cada vez cobra mayor importancia, nos relaciona con nuestro círculo de amistad, nos referencia con nuestros pares y refleja nuestra existencia enla red.
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