Es raro decirlo así y parece que hace tiempo que no lo leo o lo escucho en los medios de prensa, pero es así.
Desde que yo era pequeño he escuchado hablar de los "Hermanos Argentinos", y los mismo sucede del otro lado del río.
En la escuela te enseñan sobre la unión, las concordancias y las discordancias entre ambos pueblos; sobre la cultura similar, la idiosincrasia y por sobre todas las cosas por ese destino que siempre nos une y unirá, sobre como el bien de uno es el bien del otro.
Al principio se podía escuchar personas que decían nunca jamás dos pueblos fueron tan similares como el Uruguayo y el Argentino, es increíble que tengan que ir a discutir a una corte internacional problemas personales entre hermanos.
Por suerte hoy esto terminó, unos no cumplieron del todo con acuerdos firmados y otros acusaron sin razón sobre un daño inexistente.
Unos cortaron los caminos que nos unían y otros no mantuvieron una comunicación acorde ni trataron de verdad de unir lo que se había roto.
Quién tiene razón, no importa; lo que importa es que de ahora en adelante tenemos la oportunidad de volver a transitar la senda correcta hacia el destino que nunca debimos dejar de buscar, o de seguir caminando con un rumbo cierto hacia un destino discordante entre ambos pueblos.
La contaminación no es tal hoy, pero mañana no sabemos.
Hay que controlar, monitorear entre todos; pero no solo este proyecto, sino también otros que ya están instalados desde hace tiempo y son altamente contaminantes.
Como aconsejaba Martín Fierro a sus hijos:
"Los hermanos sean unidos, Porque esa es la ley primera.
Tengan unión verdadera, En cualquier tiempo que sea-
Porque si entre ellos pelean, Los devoran los de ajuera."
Desde que yo era pequeño he escuchado hablar de los "Hermanos Argentinos", y los mismo sucede del otro lado del río.
En la escuela te enseñan sobre la unión, las concordancias y las discordancias entre ambos pueblos; sobre la cultura similar, la idiosincrasia y por sobre todas las cosas por ese destino que siempre nos une y unirá, sobre como el bien de uno es el bien del otro.
Al principio se podía escuchar personas que decían nunca jamás dos pueblos fueron tan similares como el Uruguayo y el Argentino, es increíble que tengan que ir a discutir a una corte internacional problemas personales entre hermanos.
Por suerte hoy esto terminó, unos no cumplieron del todo con acuerdos firmados y otros acusaron sin razón sobre un daño inexistente.
Unos cortaron los caminos que nos unían y otros no mantuvieron una comunicación acorde ni trataron de verdad de unir lo que se había roto.
Quién tiene razón, no importa; lo que importa es que de ahora en adelante tenemos la oportunidad de volver a transitar la senda correcta hacia el destino que nunca debimos dejar de buscar, o de seguir caminando con un rumbo cierto hacia un destino discordante entre ambos pueblos.
La contaminación no es tal hoy, pero mañana no sabemos.
Hay que controlar, monitorear entre todos; pero no solo este proyecto, sino también otros que ya están instalados desde hace tiempo y son altamente contaminantes.
Como aconsejaba Martín Fierro a sus hijos:
"Los hermanos sean unidos, Porque esa es la ley primera.
Tengan unión verdadera, En cualquier tiempo que sea-
Porque si entre ellos pelean, Los devoran los de ajuera."