El sitio web de una marca no constituye completamente la presencia web y mucho menos su presencia digital. La página de inicio de un sitio es cada vez más irrelevante.
En este cambiante mundo de la experiencia digital, cada página, cada punto de contacto con el cliente debe ser tratado como una página de inicio potencial; una página de inicio individualizada, centrada en la tarea, acción o necesidad que ese cliente quiere llevar a cabo.
A menos que quiera quedarse atrás es necesario empezar la diversificación del contenido en forma granular, a partir de una amplia gama de fuentes y pensando en una amplia gama de objetivos de los clientes.
La página principal ya no es el santo grial digital de la presencia web, por lo que se debe repensar los principios, procesos, objetivos y tecnologías utilizadas para la gestión de los contenidos digitales.
Aprovechar e innovar con nuevas tecnologías para guiar el comportamiento del cliente dentro de nuestra presencia digital e impulsar el compromiso del mismo con la marca.
Para conseguir una mejor experiencia se entiende que debemos ir más allá de los escenarios de marketing y debe considerarse una amplia gama de contenidos, servicios, aplicaciones y elementos de diseño.
El buscar una mejor experiencia del cliente será el próximo campo de batalla para los negocios digitales, dado que este redundará en mejores relaciones y por consiguiente mejores compras.